No sé si el deterioro moral de nuestra sociedad se ha agudizado en los últimos años, o si es que ahora tenemos más información que antes, pero últimamente el periódico está que asusta. Tal parece que nuestra sociedad se está cayendo a pedazos, y que la justicia ya no tiene los ojos vendados, sino que se conforma con mirar el panorama sin involucrarse demasiado.
Algunos gritan espantados que “esto es el acabose”; pero, como diría Mafalda, el célebre personaje de Quino ¿no será más bien que éste es el “continuose” del “empezose” de muchas filosofías que han penetrado profundamente en el mundo occidental en las últimas décadas y han minado la base de nuestro edificio moral?
Aunque muchos profesan aún los valores morales más elevados y se espantan cuando ocurren aberraciones como las que vemos en los medios de comunicación todos los días, lo cierto es que esas cosas no son más que consecuencias extremas de la misma filosofía de vida que muchos asumen hoy como buena y válida.
No es lo que profesamos creer lo que revela nuestras convicciones morales, sino el estilo de vida que vivimos.
Creo que si tomáramos una pócima que nos obligara decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, a diario escucharíamos comentarios como éstos: “Yo creo que lo más importante en la vida es ganar mucho dinero como sea, en el menor tiempo posible, y poder disfrutarlo mientras se pueda”. “Me visto sensualmente y con la intención de que los hombres quieran ver más y no me quiten los ojos de encima”. “Creo que mi valía como ser humano lo determina el monto de mi cuenta bancaria, la marca de ropa que uso, el auto que manejo, los lugares que visito y la gente que conozco”. “Gozar de la buena vida es más importante que vivir una vida buena.”
He ahí el producto de una mente secularizada; pero tal parece que muchos no son capaces de ver hacia dónde nos lleva esa clase de filosofía a final de cuentas.
Si profesas creer que somos animales más desarrollados en la cadena evolutiva, que la muerte nos sumerge en la nada de dónde venimos, y que todo es relativo ¿por qué te espantas cuando ves a tantas personas tratar de implantar la ley de la selva y hacer lo que les venga en ganas? Es absurdo intentar levantar un sólido edificio moral echando por tierra la base que lo sostiene.
Debemos vivir de cierto modo porque el Dios que nos creó a Su imagen y semejanza así lo demanda en Su Palabra, y ante Él nos presentaremos algún día para ser juzgados. Quita esa base y estarás edificando sobre arena movediza.
© Por Sugel Michelén. Todo pensamiento cautivo. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.
domingo, 10 de enero de 2010
Las ideas tienen consecuencias
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1 comentario:
Definitivamente las ideas tienen consecuancias pastor, dice la Palabra de Dios: "...pues como piensa dentro de sí, así es..." Prov 23:7, medito en sus palabras, y no es cosa extraña pastor, si se enseña como dogma en las Escuelas una teoría como la que predica que todos somos animales evolucionados, ¿Debe sorprender al mundo que los homicidios aumenten siendo que el valor de un alma se desprecia por dicha enseñanza? Pero si se enseña la Palabra de Dios, y que el hombre es creado a imagen y semejanza de EL, las cosas serían muy diferentes. Rechazar al Creador es una necedad que a traido al mundo mas desgracias que mejoras, Dios le bendiga amado pastor...
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