En medio de una activa y dañina campaña de desinformación con miras a convencer a nuestros congresistas, y a la opinión pública en general, de la necesidad de reformar el artículo 30 de nuestra Constitución que contempla la protección de la vida desde su concepción, la Lic. Mariel León redactó el siguiente documento que, con su anuencia, ahora pongo a disposición de los lectores de este blog.
A propósito del tan nombrado pero pocas veces estudiado “Artículo 30” propuesto del proyecto de Reforma Constitucional, aprobado en primera lectura por la Asamblea Nacional, en calidad de Asamblea Revisora de la República Dominicana, ha llamado mi atención la aparentemente efectiva campaña publicitaria que ha estado realizando el “Foro de Mujeres por la Reforma Constitucional” en su calidad de COORDINADORA NACIONAL DE RESISTENCIA AL RETROCESO CONSTITUCIONAL. En efecto, esta campaña ha sido apadrinada por artistas de alta calidad moral y estima dentro de la sociedad dominicana, agregando sal e influencia al debate. Diferentes medios se han utilizado, docenas de personas se han sumado y no deja de resultar interesante leer los comentarios y artículos generados al respecto.
Aborto terapéutico, vida desde la concepción, incesto, crímenes sexuales, derecho a la vida, libertad, dignidad, religión, dolor, angustia, muerte, salvación, protección, solidaridad, crimen, responsabilidad, derechos humanos, Dios... estos son algunos de los temas tratados que indudablemente generan en nosotros alguna reacción. Todos opinamos, todos sentimos, todos somos movidos de una u otra manera por esta causa, pero, lamentablemente, el principal generador de estas energías es la manipulación.
El Artículo 30 que nos ocupa reza de la siguiente manera: "El derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte. No podrá establecerse, pronunciarse ni aplicarse, en ningún caso, la pena de muerte".
La pregunta es: ¿son las implicaciones del “Artículo 30” aquellas terribles consecuencias que el movimiento “Resistencia al Retroceso Constitucional” y otros grupos sin y con fines de lucro plantean?
* Nadie quiere que la salud ni la vida de nuestras mujeres y nuestras niñas o nosotras mismas corran peligro.
* De ninguna manera es plausible que bajo circunstancia alguna la vida de una madre real y efectivamente esté en riesgo a causa de una condición médica irreparable.
* Sería nefasto impedirle a los médicos de nuestro país brindar los servicios de salud necesarios a nuestras madres, si de eso dependieran sus vidas mismas.
* Condenamos absolutamente a los agresores sexuales tanto verbales como físicos y especialmente cuando se trata de un vil incesto en contra de una criatura.
* Definitivamente exigimos que el Estado tome partida.
Ahora bien, ¿es esto lo que el Artículo 30 plantea? Ciertamente es triste apoyar el que se menosprecie la vida de una madre por pura ignorancia; pero es aún más nefasto abrazar una causa sin conocer su verdadera intención, su fundamento y lo que nos enseña la historia de otros países, sobre su inevitable alcance y el engorroso legado que dicha causa podría menoscabar en nuestros hijos.
El Artículo 30 CONSAGRA el derecho a la vida… pero no sólo el de los nacidos, sino también el de los no nacidos, porque las embarazadas no van a ser madres, son madres y el Estado debe una tutela judicial efectiva a sus hijos, aún a pesar de sus progenitoras.
El Artículo 30 CELEBRA la vida desde la concepción… y no se está menos vivo cuando se es madre, por lo cual la obligación de los médicos es de preservar la vida biológica de la madre, siempre.
El Artículo 30 CONDENA el aborto en los casos en que el hijo no es deseado por los padres cuando han actuado desprotegidamente o porque simplemente no les es conveniente.
El Artículo 30 CORRESPONDE con el principio del Estado de no implementar la pena de muerte, pues si no hay pena de muerte para el violador o para el incestuoso, por qué sí para el niño no nacido que depende hoy de usted y de mí para no seguir gimiéndole solo y desprotegido a los ecos del mórbido silencio al que quiere ser sometido.
Es increíblemente fácil sumarse a una causa por callar nuestras conciencias a nuestra histórica apatía de generar los cambios socioculturales que demanda desde hace años nuestra cada vez más degenerada sociedad. Es emocionante dar saltos y sudar y ver nuestras fotos mientras vamos a marchas y conciertos y logramos así sentirnos que somos parte de algo. Es fenomenal que todo sea tan fácil como darle a ENTRAR y ser parte de un grupo por internet que nunca leeremos o, peor aún, aportaremos.
El Foro de Mujeres por la Reforma Constitucional puede seguir haciendo campañas publicitarias, marchas y creciendo en numerosidad con aparente armonía. Nada de esto influye en el hecho de que el tema que nos ocupa es la VIDA MISMA.
Nosotros no somos responsables del resultado final. Sí somos responsables de nuestra acción o inacción al respecto. Hoy es la vida de los que no tienen voz, mañana podrá ser cualquier otro de los pilares de nuestra nación.
jueves, 27 de agosto de 2009
ABORTO: ¿Qué dice el Art. 30 propuesto para la nueva Constitución dominicana?
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