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martes, 20 de julio de 2010

María Estuardo y la Reforma en Escocia


Ubicada el norte de Inglaterra, el reino de Escocia siempre vio en los ingleses una amenaza para la soberanía sus territorios. Por esta razón, Escocia era una aliada tradicional de Francia. Sin embargo, no todos los escoceses veían esa alianza con buenos ojos; algunos pensaban que era más aconsejable estrechar los lazos de amistad con Inglaterra. Estos últimos recibieron un espaldarazo cuando el rey Enrique VII de Inglaterra dio la mano de su hija, Margarita Tudor, a Jaime IV de Escocia.

Esta alianza matrimonial trajo la esperanza de que ambos reinos pudieran vivir en paz a partir de entonces. De hecho, Enrique VIII también le ofreció la mano de su hija María a su sobrino Jaime V, hijo de Jaime IV; pero éste prefirió mantener la política tradicional de alianza con Francia, y se casó con la francesa María de Guisa. Fruto de esta unión nació María Estuardo.

Durante ese tiempo, el protestantismo había comenzado a penetrar en Escocia. Algunos escoceses que viajaban a Europa continental trajeron consigo una fuerte influencia de los reformadores alemanes; y aunque el Parlamento escocés promulgó leyes contra ellos, la nueva doctrina continuaba expandiéndose y contando con el favor de muchos nobles.

En 1542 murió Jaime V, quedando como heredera del trono su hija María Estuardo, de apenas 6 días de nacida. De inmediato comenzó una pugna por el futuro de la niña. Enrique VIII de Inglaterra deseaba casarla con su hijo Eduardo, plan este que contaba con cierto apoyo de los nobles protestantes escoceses. Pero los católicos deseaban más bien que María fuese enviada a Francia para ser criada allí y luego casada con un príncipe francés. Finalmente, los francófilos prevalecieron y la pequeña María Estuardo fue enviada a Francia, mientras su madre, María de Guisa, permaneció en Escocia como regente.

En 1558 se casó con el delfín Francisco II (éste es un título nobiliario francés reservado para los príncipes herederos al trono que fuesen hijos legítimos del monarca). Él tenía 14 años y ella 16. Al año siguiente de la boda, el rey de Francia, Enrique II, muere en un accidente, y el esposo de María es coronado rey. De modo que ahora María Estuardo, con apenas 16 años de edad, era la reina consorte de Francia y la reina titular de Escocia.

Pero esto no fue suficiente para ella. El mismo año de su boda, murió en Inglaterra María Tudor, quedando el trono en manos de su prima Isabel. Dado que Isabel era hija de Ana Bolena y, por lo tanto, una bastarda desde el punto de vista católico, María Estuardo tenía dos opciones: Ser condescendiente con Isabel y negociar con ella, o mandar a los ejércitos de Escocia y Francia que se levanten contra ella y la traten como una usurpadora. Pero María no hizo ni una cosa ni la otra; mantuvo su pretensión a la corona, pero no hizo nada para obtenerla. La pareja de príncipes puso en su escudo de armas la corona inglesa, mientras María se hacía llamar reina de Francia, Escocia e Inglaterra. Una mera fanfarronería que provocó un profundo enojo a la reina Isabel.

Como dice un biógrafo de María Estuardo: “En lugar de una verdadera acción por medio de las armas, se escoge el estéril gesto de una pretensión pintada en madera y escrita en papel; con ello se crea una permanente situación de ambigüedad, pues, en esta forma, la pretensión de María Estuardo al trono de Inglaterra existe y no existe al mismo tiempo”.

John Knox

No podemos continuar esta historia sin hacer referencia a la figura más importante de la reforma en Escocia, John Knox. Nació en algún momento entre los años 1510 y 1515. Estudió teología en la Universidad de San Andrés y fue ordenado sacerdote alrededor del 1540. Poco tiempo después comenzó a ser influenciado por el protestantismo, hasta que finalmente se convirtió al evangelio, llegando a ser el predicador de la comunidad protestante escocesa.

Pero el 31 de julio de 1547 fue tomado prisionero junto con otros reformadores y condenado a remar en las galeras francesas, condena que sufrió por 19 meses y que afectó profundamente su salud física. Pero gracias a la intervención de Inglaterra, finalmente fue liberado. Durante el reinado de Eduardo VI sirvió como ministro en Inglaterra desde 1549-1551. De igual modo vino a ser uno de los capellanes de la corte, por lo que, en muchas ocasiones, predicó delante del rey. Cuando Eduardo muere, y su hermana María es coronada reina, Knox se ve obligado a partir hacia Suiza, donde se convierte en uno de los discípulos de Calvino en Ginebra.

Mientras tanto en Escocia, y bajo la regencia de María de Guisa, los jefes protestantes se comprometieron bajo pacto solemne a “promover y establecer la muy bendita palabra de Dios, y su congregación”. Por esta razón se les dio el nombre de “lores de la congregación”. En 1558, y a pesar de la persecución que se desató contra ellos, se organizaron como iglesia y pidieron el regreso de John Knox.

Así las cosas, la regente de Escocia pidió ayuda a Francia en contra de los lores de la congregación; los protestantes, por su parte, apelaron a Inglaterra “haciéndole ver que, si los católicos lograban aplastar la rebelión religiosa en Escocia, y ese país quedaba en manos de los católicos y estrechamente unido a Francia, la corona de Isabel peligraría.

La reina de Inglaterra finalmente decidió ir en ayuda de los protestantes a principios de 1560. Pero en junio de ese año, muere la regente María de Guisa, la madre de María Estuardo, y los franceses proponen abandonar Escocia si los ingleses hacían lo mismo. Para esa época John Knox ya había regresado a Escocia y se había puesto al frente de la causa protestante. En Diciembre de ese mismo año murió también Francisco II, el esposo de María, por lo que los nobles escoceses le pidieron que regresara a su país.

María Estuardo regresa en 1561 y de inmediato comienza a tener conflictos con John Knox ya que, a pesar de que la reina garantizó la libertad de cultos, ella continuaba celebrando misa en su capilla privada. En su predicación, John Knox tronaba contra la idolatría de esta “nueva Jezabel”.

La caída de María Estuardo

A todo esto, María Estuardo continuaba acariciando el sueño de llegar a ocupar el trono de Inglaterra. Para tales fines, el 29 de julio de 1565 se casó con su primo Enrique Estuardo, conocido también como lord Darnley, que también tenía cierto derecho de sucesión y que profesaba la religión católica. Este matrimonio también enfureció a la reina Isabel por cuanto Darnley, siendo un noble inglés, aún así se casó sin su permiso (también se sentía más amenazada por esta unión).

Hasta ese momento, María Estuardo había estado recibiendo consejos de su medio hermano, Jaime Estuardo, lord de Moray, uno de los principales jefes del protestantismo. Pero este no aprobó el casamiento de María Estuardo porque lo veía como parte de un pacto con España para aplastar el protestantismo en Escocia; así que acudió a las armas. María apeló entonces a lord Bothwell, un soldado muy hábil, y Moray fue derrotado y obligado a refugiarse en Inglaterra.

Ahora sin los consejos de su hermano, María cometió errores que la llevarían al desastre. Muchos sabían que su matrimonio no marchaba bien, y comenzaron a correr rumores de que la reina le estaba siendo infiel. En medio de esta situación Darnley es asesinado y Bothwell fue culpado del homicidio; pero es absuelto, y unos tres meses después María Estuardo lo convierte en su tercer esposo. Esto provocó que los lores escoceses se rebelaran.

Cuando la reina quiso defenderse se dio cuenta que sus tropas no estaban dispuestas a luchar a su favor. Los lores le presentaron pruebas de su participación en la muerte de su ex esposo, y le dijeron que si no abdicaba a favor de su hijo Jaime (su padre era Darnley), de apenas 1 año de edad, sería acusada de asesinato.
María abdicó a favor de su hijo, y Jaime Estuardo, lord de Moray, regresó de Inglaterra para convertirse en regente de Escocia. María entonces organizó un ejército para enfrentar a Moray, pero fue derrotada; de manera que ahora no tenía más opción que huir hacia Inglaterra y solicitar la protección de su odiada prima Isabel.

En un principio, Isabel la recibió con mucha cortesía, pero María no correspondió de la misma manera. Continuó conspirando para apoderarse del trono inglés, hasta que finalmente fue descubierta una conspiración para asesinar a Isabel; fue juzgada por traición y condenada a la muerte por decapitación, condena que se llevó a cabo el 8 de febrero de 1587; tenía 45 años de edad.

La iglesia en Escocia

En cuanto a la iglesia en Escocia, ya no cabía dudas de su tendencia reformada. Como señala un historiador: “Ninguna iglesia oficial de la Reforma fuera de Suiza estaba más profundamente arraigada en la vida del pueblo.” John Knox, murió el 24 de Noviembre de 1572, y aunque muchos lo recuerdan únicamente como el gran reformador de Escocia, lo cierto es que su figura adquirió mucho renombre a nivel internacional, como lo atestigua la famosa Placa Memorial de Ginebra en la que aparece junto a Calvino y Farel.


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