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viernes, 7 de mayo de 2010

John Knox: El reformador escocés


Ubicada el norte de Inglaterra, el reino de Escocia siempre vio a los ingleses como una amenaza para la soberanía de sus territorios. Por esta razón, Escocia era una aliada tradicional de Francia.

Sin embargo, no todos los escoceses veían esa alianza con buenos ojos; algunos pensaban que era más aconsejable estrechar los lazos de amistad con Inglaterra.

Estos últimos recibieron un espaldarazo cuando el rey Enrique VII de Inglaterra prometió la mano de su hija, Margarita Tudor, a Jaime IV de Escocia. Esta alianza matrimonial trajo la esperanza de que ambos reinos pudieran vivir en paz a partir de entonces.

De hecho, Enrique VIII también le ofreció la mano de su hija María a su sobrino Jaime V, hijo de Jaime IV, pero éste prefirió mantener la política tradicional de alianza con Francia, y se casó con la francesa María de Guisa. Fruto de esta unión nació María Estuardo.

Durante ese tiempo, el protestantismo había comenzado a penetrar en Escocia encontrando allí un suelo abonado por el ministerio de los lollardos y husitas que no habían podido ser desarraigados del país.

Algunos escoceses que viajaban a Europa continental trajeron consigo una fuerte influencia de los reformadores alemanes; y aunque el Parlamento escocés promulgó leyes contra ellos, la nueva doctrina continuaba expandiéndose y contando con el favor de muchos nobles.

María Estuardo

En 1542 muere Jaime V, quedando como heredera del trono su hija María Estuardo que acababa de nacer. De inmediato comenzó una pugna por el futuro de la niña. Enrique VIII de Inglaterra deseaba casarla con su hijo Eduardo, plan este que contaba con cierto apoyo de los nobles protestantes escoceses.

Pero los católicos deseaban más bien que María fuese enviada a Francia para ser criada allí y luego casada con un príncipe francés. Finalmente, los francófilos prevalecieron y la pequeña María Estuardo fue enviada a Francia, mientras su madre permaneció en Escocia como regente.

En 1558 se casó con el delfín Federico II (éste es un título nobiliario francés reservado para los príncipes herederos al trono que fuesen hijos legítimos del monarca), que fue coronado como rey unos meses después de la boda.

De modo que ahora María Estuardo, con apenas 16 años de edad, era la reina consorte de Francia y la reina titular de Escocia. Pero esto no fue suficiente para ella. El mismo año de su boda, muere en Inglaterra María Tudor y su hermana Isabel asciende al trono.

Pero dado que Isabel era hija de Ana Bolena, para los católicos ella era una bastarda y, por lo tanto, el trono de Inglaterra le correspondía más bien a María Estuardo, bisnieta de Enrique VII. A la muerte de María Tudor, María Estuardo se proclama también reina de Inglaterra.

John Knox

John Knox nació en algún momento entre los años 1510 y 1515. Estudió teología en la Universidad de San Andrés y fue ordenado sacerdote alrededor del 1540. Poco tiempo después comenzó a ser influenciado por el protestantismo por hombres como George Wishart; finalmente se convirtió y, aunque al principio rehusó predicar, fue presionado a hacerlo, de modo que llegó a ser el predicador de la comunidad protestante escocesa.

Pero el 31 de julio de 1547 fue tomado prisionero junto con otros reformadores y condenado a remar en las galeras francesas, condena que sufrió por 19 meses. Pero gracias a la intervención de Inglaterra, finalmente fue liberado. Durante el reinado de Eduardo VI sirvió como ministro en Inglaterra desde 1549-1551. De igual modo vino a ser uno de los capellanes de la corte, por lo que, en muchas ocasiones, predicó delante del rey y de la corte.

Cuando Eduardo muere, y su hermana María es coronada como reina, Knox se ve obligado a partir hacia Suiza, donde se convierte en uno de los discípulos de Calvino en Ginebra.

Pero en Septiembre de 1554 fue llamado a pastorear una iglesia de refugiados ingleses en Frankfurt, invitación que acepta por consejo de Calvino, y luego de una breve visita a Escocia, regresa a Ginebra el 13 de Septiembre de 1556 donde asume de nuevo el pastoreo de una iglesia de refugiados ingleses.

Mientras tanto en Escocia, y bajo la regencia de la reina madre, los católicos y francófilos continuaban en el poder, lo que provoca una unión más estrecha entre los jefes protestantes.

A fines de 1557, éstos se comprometen bajo pacto solemne a “promover y establecer la muy bendita palabra de Dios, y su congregación”. Por esta razón se les dio el nombre de “lores de la congregación”.

En 1558, y a pesar de la persecución que se desató contra ellos, se organizaron como iglesia y pidieron el regreso de John Knox.

Así las cosas, la regente de Escocia pidió ayuda a Francia en contra de los lores de la congregación; éstos a su vez apelaron a Inglaterra “haciéndole ver que, si los católicos lograban aplastar la rebelión religiosa en Escocia, y ese país quedaba en manos de los católicos y estrechamente unido a Francia, la corona de Isabel peligraría” (Justo L. Gonzáles; Historia de la Reforma; pg. 119).

La reina de Inglaterra finalmente decide ir en ayuda de los protestantes a principios de 1560. Pero en ese ínterin, muere la regente y los franceses proponen abandonar Escocia si los ingleses hacían lo mismo.

Para esa época John Knox ya había regresado a Escocia y se había puesto al frente de la causa protestante. Pero pronto vino a ser evidente que no tenía en todo una misma mente y un mismo corazón con los jefes protestantes, sobre todo en lo referente a las riquezas; mientras los lores querían enriquecerse con las posesiones eclesiásticas, Knox y un grupo de ministros que le seguían querían hacer uso de esos recursos para establecer un sistema de educación universal, para ayuda de los pobres y para el sostén de la Iglesia.

John Knox y María Estuardo

Al morir la regente, los nobles escoceses piden a María Estuardo que regrese al país para ser coronada como reina de Escocia (su esposo, Francisco II, ya había muerto).

María regresa en 1561 y de inmediato comienza a tener conflictos con John Knox ya que, a pesar de que María Estuardo garantizó la libertad de cultos, ella continuaba celebrando misa en su capilla privada.

En su predicación, John Knox tronaba contra la idolatría de esta “nueva Jezabel”. “Mientras tanto, Knox y sus colaboradores se ocupaban de organizar la Iglesia reformada de Escocia, que tomó una forma de gobierno semejante al presbiterianismo posterior. En cada iglesia se elegían ancianos, y también el ministro, aunque éste no podía ser instalado sin antes ser examinado por los demás ministros. El libro de disciplina, el libro de orden común y la confesión escocesa fueron los pilares sobre los que Knox construyó esta nueva iglesia” (Ibíd.; pg. 120).

La caída de María Estuardo

A todo esto, María Estuardo continuaba acariciando el sueño de llegar a ocupar el trono de Inglaterra. Para tales fines, el 29 de julio de 1565 se casó con su primo Enrique Estuardo, conocido también como lord Darnley, que también tenía cierto derecho de sucesión y que profesaba la religión católica.

Este matrimonio también enfureció a la reina Isabel por cuanto Darnley, siendo un noble inglés, aún así se casó sin su permiso (también se sentía más amenazada por esta unión).

Hasta ese momento, María Estuardo había estado recibiendo consejos de su medio hermano bastardo, Jaime Estuardo, lord de Moray, uno de los principales jefes del protestantismo. Pero este no aprobó el casamiento de María Estuardo porque lo veía como parte de un pacto con España para aplastar el protestantismo en Escocia; así que acudió a las armas. María apeló entonces a lord Bothwell, un soldado muy hábil, y Moray fue derrotado y obligado a refugiarse en Inglaterra.

Ahora sin los consejos de su hermano, María cometió errores que la llevarían al desastre. Muchos sabían que su matrimonio no marchaba bien, y comenzaron a correr rumores de que la reina le estaba siendo infiel. En medio de esta situación Darnley es asesinado y Bothwell fue culpado del homicidio; pero es absuelto, y unos tres meses después María Estuardo lo convierte en su tercer esposo.

Este error fue la gota que colmó el vaso. Los lores se rebelaron contra la reina, que muy pronto se dio cuenta de que su ejército no estaba dispuesto a defenderla, así que no tuvo más remedio que entregarse a la voluntad de sus enemigos. Éstos le mostraron pruebas de su participación en la muerte de su ex esposo, de modo que si no abdicaba sería culpada de asesinato.

María no tuvo más remedio que abdicar a favor de su hijo Jaime VI, que en ese tiempo tenía un año de edad. Pero pronto escapó de sus enemigos y trató de retomar el poder. Al ser derrotada por los lores no le quedó más remedio que huir hacia Inglaterra y ponerse en manos de su odiada prima Isabel.

Al principio Isabel la recibió con mucha cortesía, sobre todo tomando en consideración el trato que María Estuardo le había dispensado hasta entonces.

Pero María no correspondió de la misma manera. Continuó conspirando para apoderarse del trono inglés, hasta que finalmente fue descubierta una conspiración para asesinar a Isabel; fue juzgada por traición y condenada a la muerte por decapitación, condena que se llevó a cabo, luego de una demora de tres meses por parte de Isabel, el 8 de febrero de 1587; tenía 45 años de edad.

La iglesia en Escocia

En cuanto a la iglesia en Escocia, ya no cabía dudas de su tendencia reformada. Como señala un historiador: “Ninguna iglesia oficial de la Reforma fuera de Suiza estaba más profundamente arraigada en la vida del pueblo.”

John Knox, murió el 24 de Noviembre de 1572, y aunque muchos lo recuerdan únicamente como el gran reformador de Escocia, lo cierto es que su figura adquirió mucho renombre a nivel internacional, como lo atestigua la famosa Placa Memorial de Ginebra en la que aparece junto a Calvino y Farel.

Algunos lo consideran el fundador del puritanismo por su énfasis en las Escrituras como la única regla de fe y práctica en la iglesia.

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1 comentario:

Lourdes dijo...

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