Misión del Blog

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jueves, 28 de mayo de 2009

Extraña Protección

Por Sugel Michelén

Los defensores de la legalización del aborto arguyen que si el aborto es ilegal muchas mujeres abortarán en circunstancias de alto riesgo. “Estas mujeres tendrán que abortar a escondidas – dicen ellos – y muy probablemente se pondrán en manos de carniceros sin escrúpulos”. Ciertamente es muy penoso que un gran número de mujeres tenga que pasar por una experiencia tan traumática y al mismo tiempo peligrosa. Sin embargo, no es cierto que la legalización del aborto reduzca el riesgo que corren las mujeres que lo practican. El aborto siempre es arriesgado y mientras más personas aborten, mayor será el riesgo. Por otro lado, cuando el aborto era ilegal en los EUA, el 90 por ciento los practicaban médicos en sus consultorios, no en lugares inapropiados. En la mayoría de los casos eso no depende de la legalidad, sino de lo que cada uno pueda pagar. Pero aún fuera cierto que la legalización del aborto lo haría menos riesgoso para la madre, el problema ético sigue siendo el mismo: los seres humanos que mueren antes de nacer. Como bien ha señalado el doctor R. C. Sproul: “Si la práctica del aborto es injusta, entonces, la protección de aquellos que participan en el aborto no es responsabilidad del estado… proteger a un criminal mientras está cometiendo un crimen no es la responsabilidad del gobierno”.

Otros consideran el aborto como un mal menor no deseable, pero preferible a otros males mayores: “Es preferible el aborto, dicen ellos, a tener un niño no deseado que probablemente tendrá como consecuencia una mala calidad de vida”. De este modo justifican el aborto como el menor de los males. Pero una vez más estamos poniendo a un lado el problema ético central de este debate: el hecho de que se está quitando la vida a un ser humano. Por otro lado, esta clase de razonamiento reduce las opciones únicamente a dos: o el niño nace para vivir mal, en un hogar donde no es deseado y donde probablemente será mal tratado, o es abortado. Pero existen otras opciones. Alguien puede trabajar con la madre que no desea su bebé para que cambie de actitud; o finalmente ese niño puede ser dado en adopción. No hay por qué tomar una acción tan radical como el aborto. Sólo Dios conoce el futuro de cada uno de esos bebés que en vez de ser abortados se les conceda el derecho a nacer y a desarrollarse. Es absurdo pensar que podemos “proteger” a un niño de la posibilidad de abusos futuros quitándole la vida.

© Por Sugel Michelén. Todopensamientocautivo.blogspot.com. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.

1 comentario:

ASESORIA Y SERVICIOS DIVERSOS. dijo...

Pastor,lo felicito pore suposicion.
Que bueno que podemos contar con personas como usted, para presentar defensa por aquellas indefensas criaturas a merced de sus verdugos. Es muy simplista la posicion de los que defienden el aborto como una solucioin de males mayores.