Misión del Blog

Proclamar el señorío de Jesucristo sobre todos los aspectos de la cultura

jueves, 24 de diciembre de 2009

“Los ángeles no son arminianos”

El curioso título de esta entrada es en realidad una cita del gran predicador inglés del siglo XIX Charles Spurgeon, en referencia al texto de Lucas 2:14, cuando una multitud de las huestes angelicales apareció de repente a un grupo de pastores, alabando a Dios por el nacimiento de Cristo.

Los ángeles no cantaron esa noche: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad” (como muchos suelen citar este texto). No. Su canto de alabanza no exalta la buena voluntad del hombre, sino la buena voluntad de Dios: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres en quienes Él se complace” (LBLA).

Por eso alguien dijo una vez que todas las religiones del mundo presentan al hombre tratando de alcanzar a Dios; pero sólo el cristianismo nos muestra a Dios alcanzando al hombre. De no haber sido por la iniciativa divina no habría ningún evangelio que predicar.

La salvación es del Señor. Él la diseñó. Él la llevó a cabo. Él la aplica con poder en los corazones de aquellos a quienes les place. Y eso es precisamente lo que los ángeles expresan en su canto.

“Los ángeles no eran arminianos” – dice Spurgeon. “Ellos cantaron: Gloria a Dios en las Alturas. Ellos no creían en una doctrina que destrona a Cristo, y coloca la corona en la cabeza de los mortales. Ellos no creían en un sistema de fe que hace que la salvación dependa de la criatura… No, mis hermanos; puede haber predicadores que se deleiten en predicar una doctrina que magnifica a los hombres; pero los ángeles no se deleitan en ese evangelio. Las únicas buenas nuevas que hacen a los ángeles cantar son aquellas que ponen a Dios de primero, a Dios al final [y] a Dios en el medio… en la salvación de Sus criaturas”.

En Su buena voluntad Dios decidió salvar al hombre, a pesar del precio tan alto que tendría que pagar por nuestra salvación: la encarnación y muerte de Su propio Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Y en base a esa obra redentora, hoy ofrece por medio del mensaje del evangelio salvación gratuita para todo aquel que cree.

¡Alabado sea Dios porque la salvación de los pecadores está en Sus manos! De haber estado en las nuestras nadie sería salvo.

© Por Sugel Michelén. Todo pensamiento cautivo. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pastor Sugel,

Gracias por todas estas meditaciones que nos son de tanta bendición. Feliz Navidad a usted, su familia y a todos allá en República Dominicana. Siempre están en nuestras oraciones!

Sugel Michelén dijo...

Gracias, mi hermano; que el Señor continúe prosperando Su obra en Costa Rica y derramando Su gracia sobre ti y tu familia.

Luis Felipe Santana dijo...

AMEN!!!

Anónimo dijo...

¡Amén! permítame repetir nuevamente: ¡Alabado sea Dios porque la salvación de los pecadores está en Sus manos!